Una mañana, más temprano de lo normal, para cualquier ser humano… se encontraron dos amigas entrañables en la estación mapocho, junto a ellas existían millones de personas en busca de lo mismo que estas dos buenas y somnolientas amigas.
Pasaban las horas, las personas se multiplicaban, los deseos y sueños se contraponían al calor, sed y hambre de esa altura del día… Es imposible relatar lo que vendría con la angustia minutos más tarde… horas más tarde… Justo cuando ya la meta era cada vez más cercana, cuando la risa era universal, cuando los planes para ese día jueves eran inagotables… una mala decisión de algunos, rompió la risa para volverla llanto. Fueron en busca de un gran espectáculo cultural musical y al final sólo encontraron gritos despiadados, seres con palos y cascos, un chorro interminable de agua que golpeaba los cuerpos cansados de los seres presentes… no hubo mayor explicación que la de un altavoz diciendo que debían volver a sus hogares… ¿Volver? ¿Volver después de más de 5 horas de soñar con aquel gran concierto? ¿No hay más?... Una de ellas decidida por la angustia e incredibilidad que le dieron esas palabras al viento, caminó fuerte y apresurada para ver si lo que había escuchado la masa de gente, a esa altura, era realmente cierto… una parte de ella tenía confianza, una parte de todos los presentes esa mañana, tenía confianza que era sólo una estrategia… una vil estrategia. Cual fue su sorpresa cuando ve al frente de la meta, una turba de gente que gritaba y empujaba cuerpos… una turba despiadada de personas que entorpecían el caminar y rompían el sueño de los que atrás, aun hacían calmados la fila para entrar… una maldita turba de inexistentes seres humanos, los mismos que anteriormente se quisieron poner junto a ellas, delante de ellas… las mismas que durmieron dos o más horas que los que permanecían soñando con el esperado jueves de concierto… las mismas que hoy en su mano tienen la invitación y Desesperados se preguntan...¿Quién Mierda es Ennio Morricone?
Pasaban las horas, las personas se multiplicaban, los deseos y sueños se contraponían al calor, sed y hambre de esa altura del día… Es imposible relatar lo que vendría con la angustia minutos más tarde… horas más tarde… Justo cuando ya la meta era cada vez más cercana, cuando la risa era universal, cuando los planes para ese día jueves eran inagotables… una mala decisión de algunos, rompió la risa para volverla llanto. Fueron en busca de un gran espectáculo cultural musical y al final sólo encontraron gritos despiadados, seres con palos y cascos, un chorro interminable de agua que golpeaba los cuerpos cansados de los seres presentes… no hubo mayor explicación que la de un altavoz diciendo que debían volver a sus hogares… ¿Volver? ¿Volver después de más de 5 horas de soñar con aquel gran concierto? ¿No hay más?... Una de ellas decidida por la angustia e incredibilidad que le dieron esas palabras al viento, caminó fuerte y apresurada para ver si lo que había escuchado la masa de gente, a esa altura, era realmente cierto… una parte de ella tenía confianza, una parte de todos los presentes esa mañana, tenía confianza que era sólo una estrategia… una vil estrategia. Cual fue su sorpresa cuando ve al frente de la meta, una turba de gente que gritaba y empujaba cuerpos… una turba despiadada de personas que entorpecían el caminar y rompían el sueño de los que atrás, aun hacían calmados la fila para entrar… una maldita turba de inexistentes seres humanos, los mismos que anteriormente se quisieron poner junto a ellas, delante de ellas… las mismas que durmieron dos o más horas que los que permanecían soñando con el esperado jueves de concierto… las mismas que hoy en su mano tienen la invitación y Desesperados se preguntan...¿Quién Mierda es Ennio Morricone?
Pilar Cifuentes
1 comentario:
Cada palabra plasmada en este escrito es certera, doy fé de ello, estaba ahí, junto a la otra amiga entrañable.
Me alegra que cada día que pasa, vivamos nuevas experiencias juntas, las que nos servirán para reir algún día, cuando estemos bajo los chales, en una silla mecededora, tejiendo más de algún chaleco para un hogar de niños y con un gato al lado nuestro, esperando que dejemos de hablar webadas, IMPOSIBLEEEEEEEE.... jejeje.
Por siempre y con mil historias... tu partner y amiga
Yop... jejej
Marce
Te quiero muchines de muchos
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